A raíz de un ilustrativo viaje a Medio Oriente, el autor,
que procuró relacionarse con unos y con otros en repetidas visitas a sinagogas,
templos católicos y, también, mezquitas, fraguó el argumento del presente libro
que viene a ser un objetivo buceo en la historia para, desde el oportuno
aprovechamiento de lo que nos une como “hijos de Abraham en la fe”, ver la
forma de mejor entenderse cristianos y judíos para responder al desafío de la
ola de relativismos y paganismos que, a juicio de él, nacen, crecen y se
esfuman sin aportar gran cosa al positivo desarrollo de la propia personalidad,
pero sí que nos llevan a decepciones de muy difícil compensación.
Son 20 capítulos
que invitan a reflexionar sobre sus respectivos contenidos: 1.- Colosos con
pies de barro, 8. 2.- El Judaísmo y sus
“sectas filosóficas”, 20 . 3.- El mundo mediterráneo en la “Plenitud de
los tiempos”, 24. 4.- Dios con
nosotros, 34. 5.- La “Didaché” o
enseñanza de los doce apóstoles, 41. 6.- Los divinizados césares romanos, 51. 7.- La revolución de los cristianos, 70. 8.- Las tres guerras judeo-romanas, 79. 9.- Gentiles, judíos y cristianos, 98. 10.- Entre
mártires, padres de la Iglesia y herejes, 120 . 11.- Seductora y cercana
“Ciudad de Dios”, 138. 12.- Filósofos, diletantes y teólogos, 153. 13.- Ideas, creencias y mística del
judaísmo rabínico, 169. 14.- Desde la Filosofía judeo-musulmana a la
Escolástica, 197. 15.- El llamado Renacimiento y otros modernismos, 213. 16.-
Racionalismo, Ilustración y Revolución, 240. 17.- Dramática deriva del
Ideal-materialismo, 264. 18.- El Marxismo y otros fundamentalismos materialistas,
286. 19.- Entre la ilustración rabínica y la Ley de Moisés, 312. 20.- Paz a los hombres de buena voluntad, 332.
En este libro, el autor se ha hecho eco de lo señalado
por los Santos Padres que han dirigido la Iglesia durante el siglo XX y lo que
va del XXI.
Al respecto y por lo que toca a la Modernidad, ó
intrascendencia de lo nuevo sin raíces en los valores cristianos, conviene
recordar a San Pío X, cuya es la siguiente apreciación: “Es indudable que los modernistas tienen
como ya establecida y fija una cosa, a saber: que la ciencia debe ser atea, y
lo mismo la historia; en la esfera de una y otra no admiten sino fenómenos:
Dios y lo divino quedan desterrados.”
San Juan Pablo II no fue menos claro en lo tocante a las
relaciones entre cristianos y judíos: “Las
relaciones entre católicos y judíos no son el encontrarse de dos antiguas
religiones, cada una en su distinto camino, que en el pasado han estado en un
penoso conflicto; son más bien el encuentro entre hermanos...”
“Es bueno estar
entre hermanos y si son hermanos mayores, mejor”, son palabras del Santo Padre
Francisco en su visita a Tierra Santa (mayo 2014).
Antonio Fdez.
Benayas
afb13@ono.com
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